Era martes. Había que ir a clase y como que no teníamos muchas ganas de ir, lo bueno es que íbamos a estar con nuestros chicos.
- ¡HS DESPIERTA! ¡QUE ES MARTES! - Gritaba María por toda la casa.
- Jope martes no... no tengo ganas de dar clase.
- ¿Pero estas tonta? ¡SI VAS A ESTAR CON DAVID ENSEÑÁNDOLE EL CENTRO!
- Se lo enseñe todo ayer.
- Igual que yo a Blas.
- Oye ¿y si le decimos al director que nos deje días libres y así podemos estar con ellos?
- No creo que nos deje, pero por intentarlo no pasa nada.
- Bueno pues a prepararse que sino veo que llegamos tarde.
- Pero si la tardona eres tu - dijo ella riéndose.
- Claro ¿soy yo la que me tiro una hora peinándome no?
- Bueno tampoco exageremos ehh je je je.
Desayunamos y cogimos nuestras cosas para irnos. Al salir del portal sentíamos que dos chicos nos seguían y empezamos a ir mas deprisa. Uno de ellos me tapo la boca y el otro le tapo los ojos a María.
- ¡SUÉLTAME SI NO QUIERES QUE GRITE! - decía María demasiado asustada.
- ¿Segura preciosa?
-¿Blas?
En ese momento él la destapo los ojos y se dio la vuelta. Y ahi estaba su chiquitito con una gran sonrisa.
- ¡AMOR! Menudo susto me pegaste malo...
- Pero ahora viste que soy yo, no tienes nada que temer - y le dio un pequeño beso en los labios.
- Oye ¿Y a Sandra la ha cogido David no?
- Si je je je, estarán por alguna calle, no muy lejos
- Ahh menos mal.
Mientras David y yo estábamos en un callejón. Intentaba hablar pero no me soltaba y le di un mordisco en uno de sus dedos y conseguí que me quitara la mano de la boca pero me cogió de la cintura y me pegó hacia él.
- Suéltame si no quieres saber lo que es bueno.
- ¿Y que me harías?
- Pegarte una buena patada.
- ¿Segura?
- Si no me sueltas lo descubrirás tu mismo.
- No creo que seas capaz de hacerme daño a mi.
- ¿Que no? ¡NO ME TIENTES SECUESTRADOR!
- ¿Quieres saber quien soy?
- Vale
Me giré y ahí estaba él. No paraba de reír.
- Pero que bobo eres cosa guapa.
- Pero me quieres princesa.
- No te quiero... TE AMO.
- Yo más y ahora vayámonos antes de que lleguemos tarde - dijo dándome un largo beso.
- Mmm... me encantan tus besos je je je - dije sonrojarme.
Llegamos al centro y fuimos todos a hablar con el director.
- Mire señor director, queríamos comentarle que Sandra, María y yo terminamos ayer de enseñarles a los chicos todo el centro, entonces queríamos pedirle permiso para no tener que venir más al centro ya que terminamos todo - explicaba Rodriguez.
- Pues me parece perfecto y si os concedo ese permiso. Patricia y Sandra ¿creéis que terminareis hoy?
- Yo creo que sí señor director, solo nos queda la ultima planta.
- Entonces acabáis de sobra. Mañana no hace falta que vengáis. Pasar unas buenas vacaciones.
- Gracias - dijimos todos a la vez.
Salimos del centro todos menos Patricia, Carlos, Sandra y Dani que tenían que terminar de ver el resto del centro.
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